
Son muchos los beneficios de practicar running: desde fortalecer nuestros músculos hasta mejorar nuestro sistema inmune y liberar endorfinas que nos suben la autoestima y nos generan felicidad. Pero correr es una actividad más agresiva que caminar, ya que nuestro pie debe soportar entre dos y cinco veces el peso de nuestro cuerpo según nuestra velocidad. Por ello es importante tener buenos hábitos que nos permitan correr de manera segura y saludable.
En algún momento es probable que sintamos un dolor muscular que nos incomode, ya sea mientras practicamos running, antes o después. Este tipo de dolor, conocido como «mialgia» en términos médicos, no solo se da en runners, sino que más del 80% de la población lo siente en algún momento de su vida. En el caso de los deportistas es importante saber identificar el origen del dolor y hacerle frente de manera rápida para que no se convierta en una molestia que nos obligue a despedirnos de nuestra rutina de running.
Entonces, ¿cómo podemos evitar el dolor muscular? Aquí tienes cuatro consejos para que el dolor no altere tu carrera:
Nunca olvides el calentamiento y el enfriamiento
Los minutos que dedicamos al principio y al final del entreno son de los más importantes porque garantizan que podamos seguir entrenando y mejorando nuestra técnica. Cuando no preparamos nuestro cuerpo antes del entreno o no lo ayudamos a volver a su estado de elasticidad inicial una vez hemos terminado, podemos despertarnos al día siguiente con un dolor muscular incómodo y muy conocido: las agujetas. Este tipo de dolor muscular puede durar unos días y, en el caso de los runners, se dan principalmente en zonas como las pantorrillas, muslos o espalda. Así que recuerda estirar bien para evitarlas.
Fortalece la musculatura de manera progresiva
Todos hemos escuchado alguna vez la frase «Por algún sitio hay que empezar». ¡También se aplica al deporte! Si te estás introduciendo en el running, opta por entrenos de una duración e intensidad adecuados a tu situación y añade complejidad progresivamente a medida que vayas ganando resistencia y tus músculos se fortalezcan. Si sometes tus músculos a un esfuerzo para el que no están preparados, pueden producirse luxaciones o distensiones (en este último caso, las distensiones pueden ser de distintos grados según el número de fibras musculares afectadas).
¿Dolor en las piernas? Masajes, baños y reposo
Un tipo de dolor recurrente en los runners es el dolor muscular en las piernas. Si sientes una incomodidad leve o moderada es recomendable el reposo, los masajes y los baños –agua fría si sientes calor en las zonas doloridas y agua tibia si tienes una contractura leve. Si el dolor que sientes es más intenso, es probable que hayas sufrido una distensión o desgarro. En estos casos se recomienda seguir el método PRICE. ¿Lo conocías? Hace referencia a las siglas en inglés de las palabras Protección, Reposo, Hielo, Compresión y Elevación. Seguir estos pasos podrá ayudarte a mitigar el dolor y aliviar la formación de posibles hematomas.
Una solución destacada: analgésicos
Cuando sentimos dolor muscular, buscamos soluciones rápidas, especialmente mientras estamos entrenando. Sin embargo, si has realizado todos los consejos citados, pero sufres una lesión puntual leve, una solución destacada son los AINE (antiinflamatorio no esteroideo), importantes porque, además de sus componentes analgésicos, tienen propiedades antiinflamatorias.
El ibuprofeno tiene propiedades analgésicas, antipiréticas y antiinflamatorias, algo relevante ante lesiones musculares porque permite aliviar la sensación de dolor.
En concreto, una solución rápida es la combinación de ibuprofeno con arginina. La arginina es un aminoácido que se absorbe rápidamente en el tracto intestinal. De este modo, cuando ambos se asocian, el ibuprofeno se absorbe también antes, por lo que el dolor se alivia de modo más rápido.
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